Otro aspecto de la pandemia que ha hecho cambiar nuestro estilo de vida y movilidad es el uso del vehículo: en general menos desplazamientos y menos uso del trasporte público. Usamos nuestro vehículo de forma individual para trayectos cortos sobre todo. Es precisamente en estos trayectos cortos donde la mecánica de nuestro vehículo entra en juego y que ocasionar averías costosas a su propietario.
Jefe de taller de JADISA, concesionario oficial de Mercedes-Benz en Jaén y provincia, explica qué tenemos que tener en cuenta.
Un recorrido de apenas 5 o 10 kilómetros en un ámbito urbano es insuficiente para que un coche, gasolina o diésel, alcance su temperatura óptima. Y los sistemas anticontaminación no pueden funcionar adecuadamente en recorridos tan cortos. La válvula de recirculación de gases, también conocida como EGR, es un componente clave de cualquier coche moderno. Dichas válvulas
tienen la función de volver a meter en el motor parte delos gases de escape de la combustión, reduciendo su temperatura y la generación de óxidos de nitrógeno. Conducir a bajo régimen dispara la acumulación de carbonilla en su interior al igual que también lo hace exigir demasiado a un motor en frío. Con el tiempo, la EGR deja de funcionar adecuadamente, provocando una merma en el rendimiento del motor. Así pues, nuestro coche andará menos, gastará más combustible y su ralentí no solo se tornará inestable sino que también podría dar tirones a medio régimen. En situaciones extremas, ni siquiera un desmontaje o una mera limpieza salvará a la EGR, siendo necesaria su sustitución.
Ubicado en la línea de escape se encuentran los filtros de partículas (FAP) cuyo objetivo es atrapar las micrométricas partículas generadas por la combustión del gasóleo. Una función clave para el buen funcionamiento del motor y que es conocida como la regeneración del FAP y que en la practica totalidad de los turismos es automática, por lo tanto de la que no tenemos control. El filtro de partículas no se regenerará a menos que alcance una alta temperatura, la cual debe mantenerse constante durante todo el proceso de regeneración. Si el coche solo hace recorridos cortos en ámbito urbano o se abusa en demasía de las marchas largas, además de generarse más partículas a causa de la combustión, el filtro de partículas no hará bien su función no pudiendo regenerarse y se saturará. Cuando el coche se satura puede iniciar una regeneración forzada, que nos exige circular unos minutos a un régimen de giro elevado y constante. Sustituirloen un coche diesel moderno es una avería que puede tener un coste que supere los 1.000 euros.
AdBlue, la denominación comercial de una solución acuosa de urea en un porcentaje aproximado de 32,5%. En los diesel Euro 5 y Euro 6 con sistemas anticontaminación e inyección de AdBlue, es fácil que el consumo de este aditivo se dispare en trayectos cortos y urbanos. Dicha situación no causa una avería en el sistema de inyección, pero nos obliga a rellenarlo antes de tiempo.
Una “conducción suave y constante ayuda a limpiar nuestro motor. En el caso de que no nos quede otra que circular por la ciudad, es importante darle una buena vuelta por autovía de vez en cuando”, afirma. Por último, “no está de más utilizar de forma periódica un aditivo para una limpieza profunda del motor”, apunta Morales.
Fuente: Motorfan