Estos días en Madrid, con ocasión de la cumbre de la OTAN, la caravana presidencial estadounidense lucirá un vehículo muy especial, traído de los Estados Unidos. la mayoría de sus detalles no son oficiales, dado que son secreto de estado, “la bestia” es una limusina de la marca Cadillac que recibe el nombre de “One”.
Este vehículo mide casi 5,5 metros de longitud y es un auténtico búnker rodante, en tanto que toda su carrocería está completamente blindada con elementos en titanio y acero de alta resistencia. Dicha estructura hace que el peso del coche esté en torno a las 7 toneladas y que pueda aguantar el impacto de una bomba o granada, pues las puertas tienen 8 cm de grosor y los bajos también tienen una capa de más de 12 cm para proteger el interior.
El tanque de gasolina tiene un tratamiento especial, parecido al de los coches de competición, con una espuma que permite que no haya deflagraciones en caso de disparos. Por supuesto, también las ventanas tienen varias capas de protección, y solo hay una de ellas que se puede abrir unos centímetros desde dentro para hablar con los agentes de seguridad, llegado el caso.
Los neumáticos son antipinchazo (sin aire) y están reforzados con kevlar, pero además las llantas son de acero y podrían mantener el coche en movimiento si se destrozaran las gomas.
Con tanto peso el coche no brilla en prestaciones, pero el motor es un diésel (menos inflamable) de 5 litros de cubicaje con 214 caballos de potencia que permite que el coche pase de 0 a 100 km/h en 15,6 segundos. El conductor es un miembro del servicio secreto específicamente entrenado para afrontar maniobras de escape y esquiva.
En cuanto al interior, está diseñado para albergar a siete ocupantes y equipa sistemas de comunicación por satélite, de extinción de incendios y de visión nocturna, además de máscaras antigás, bombonas de oxígeno, desfribilador y hasta bolsas de sangre del mismo tipo que la del presidente por si es necesaria para una transfusión de emergencia.
Del equipamiento de defensa se especula más que se sabe, pero algunas informaciones hablan de ametralladoras, escopetas de gases lacrimógenos y un sistema que genera descargas de 120 voltios en las puertas. Por supuesto, nunca va solo, sino con una caravana de seguridad de no menos de 20 vehículos alrededor.